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Fomertar la autonomía

Teresa Garlop • 16 de noviembre de 2020
¡Hola!

☁️

En la entrada de hoy voy a hablar sobre la importancia de la AUTONOMÍA EN LOS NIÑOS Y NIÑAS y cómo fomentarla. Pero primero debemos saber que es la capacidad de realizar tareas de una manera independiente, sin ayuda ni supervisión y, por el futuro adulto en el que se convertirá tu hijo o hija, uno de los objetivos prioritarios en su educación debería ser el desarrollo de la misma.


¿POR QUÉ ES IMPORTANTE FOMENTAR LA AUTONOMÍA?

La autonomía es lo contrario a sobreproteger, es confiar en él o ella y demostrárselo. Es clave para que aprendan a hacer cosas por sí mismos/as y se conviertan en personas con autoconfianza e independiente; es decir, personas con una buena autoestima. 

En cambio, la SOBREPROTECCIÓN es allanar el camino para ofrecerle una vida más fácil, solucionando todos sus problemas y supervisando todos sus movimientos; evitar poner límites y normar, ni darle responsabilidades. La sobreprotección se sustenta en ideas como: “es que lo hace mal, yo se lo hago”, “pobrecito, es muy peque…”. Pero lo único que le estamos es privando de experiencias para que sean adultos independientes, que toleren la frustración y tengan herramientas para solucionar problemas que surjan a lo largo de su vida. Es meterle en una burbuja en la que nunca pasa nada malo. 

Para evitar que tu hijo o hija se convierta en un adulto dependiente, inseguro, miedoso, frustrado… debes animarle a realizar actividades así como animarte a ti mismo/a a permitir que las realice. Muchas veces limitamos esa autonomía por miedo a que rompa algo, que derrame algo… La autoestima y la seguridad que desarrolla tu hijo o hija al verse capaz de realizar alguna actividad por su cuenta es fundamental para su desarrollo.

Otros “efectos secundarios” de fomentar la autonomía son la RESPONSABILIDAD y la INICIATIVA. Al darle la oportunidad de ser autónomo y encargarse de ciertas actividades, fomentaremos también que sea responsable en esa y otras áreas de su vida. Así como, al sentirse capaz y seguro de hacer y encargarse de cosas, estarás a la vez criando un emprendendor que toma sus propias decisiones y se da cuenta como con sus acciones puede transformar su entorno. 

Otro aspecto que veo mucho en consulta es que los niños y las niñas con pocos hábitos de autonomía, suelen presentan problemas de APRENDIZAJE y de relación con los demás. Estas dificultades desaparecen cuando se trabaja y fomenta la autonomía. 

Llegados a este punto, es bueno y recomendable autoobservarse para reflexionar sobre si ya fomentamos la AUTONOMÍA o tenemos una mayor tendencia a SOBREPROTEGER.

¿Cómo crees que ayudas y haces más feliz a tu hijo o hija? ¿Sobreprotegiendo o enseñándoles a volar? 



¿QUÉ TAREAS LE PUEDO ASIGNAR?


Es importante tener en cuenta la edad de tu hijo o hija a la hora de empezar a asignarles responsabilidades en casa. No tienen por qué ser grandes gestas, sino más bien, habilidades y tareas adaptadas a su edad como recoger, ordenar, comer solos, preparar su mochila… que se encargue de sus cosas y colabore en casa, al fin y al cabo él/ella también vive ahí.
 

Os dejo una tabla ORIENTATIVA por edades sobre el tipo de tareas que les puedes asignar a tu hijo o hija para no pasarte o quedarte corto/a. Si asignamos una tarea demasiado fácil para su edad, no estaremos fomentamos su autonomía y si es demasiado difícil, podremos provocar frustración.


No hay que olvidar que cada niño o niña es un mundo y, además de la edad, hay que tener en cuenta sus capacidades, madurez… Por lo que, repito, la tabla es orientativa. 




¿CÓMO FOMENTAR LA AUTONOMÍA?


Es un proceso en que debes ser apoyo y guía. La dificultad radica en ser conscientes de que tenemos que permitirles que se equivoquen a la vez que les dejamos hacer sus tareas. 


Cuando decidas que tarea asignarle, según su edad, capacidad, madurez… lo recomendable es  que empieces haciéndola siempre con él/ella, para que vea cómo la haces, luego la hacéis juntos/as y finalmente él/ella lo hará solo/a.


Es bueno también que entienda por qué hace cada tarea y cuándo debe realizarla para que se haga responsable de la misma y tome la iniciativa de hacerla cuando vea que es necesario sin que tú le digas nada.


Os dejo algunos TIPS:


  1. ASIGNARLES TAREAS.
    Les estarás ofreciendo escenarios para “practicar” y aprender a ser autónomos y sentirse orgulloso/a de lo que puede conseguir “él solito” o “ella solita”.
     
  2. DARLE TIEMPO = PACIENCIA
    Evitar acelerar el ritmo de desarrollo de la autonomía; las prisas son el mayor el enemigo y la paciencia el mayor aliado.
     
  3. EVITAR HACERLO POR ÉL/ELLA
    Debes aceptar su necesidad de independencia, porque ha crecido, y darle su propio espacio. No dejarle intentar hacer tareas para las que está ya preparada/a es privarle de experiencias y oportunidades de aprender.  No darles margen para equivocarse ni aprender de sus propios errores les hará inseguros y no tolerar la frustración.
     
  4. ESTABLECER NORMAS, RUTINAS Y LÍMITES
    Les daremos seguridad. De esto hablo más detalladamente en otras entradas del blog (
    rutinas y límites).

  5. DAR EJEMPLO.
    Los niños aprenden imitando a los adultos. Por tanto, no es efectivo que les ordenes tener ciertos hábitos y costumbres si luego nosotros/as somos los primeros/as en actuar de la forma contraria.

  6. VALORAR EL ESFUERZO Y NO EL RESULTADO.
    No reducir todo al resultado final sino al reto que ha supuesto esforzarse y en el desarrollo personal y la experiencia que hemos adquirido intentando lograr nuestros objetivos. Así les ayudamos a tolerar la frustración y les enseñamos que a través del esfuerzo se aprende mejor.

  7. VALORAR SUS LOGROS.
    Es importante que se sienta apoyado y valorado a medida que va evolucionando y realizando con éxito las tareas que les correspondan.

  8. CENSURAR EL ERROR Y NO A LA PERSONA.
    Si comete un error debemos enfocarnos en qué ha fallado sin caer en descalificativos: “pareces tonto”, “¡qué torpe!”… Céntrate en la conducta inapropiada, con respeto. Todos nos equivocamos.




Y con esta imagen me despido hasta la semana que viene.


¡Qué tengas buena semana!

Por Teresa Garlop 14 de diciembre de 2020
¡Hola! ☁️ Hoy os quiero hablar de algo que en consulta suelo aplicar bastante con los niños, las niñas y adolescentes y tan buenos resultados da: TÉCNICAS DE RELAJACIÓN . Y sobre los beneficios que aporta a nivel familiar. El tipo de vida imperante en nuestra sociedad muchas veces nos hace ir deprisa. El trabajo, el colegio, las extraescolares, los deberes, las tareas de casa… Demasiadas cosas, a veces, para tan solo 24 horas que tiene el día, ¿no crees?. A todo esto hay que añadirle, si tienes hijos o hijas, pasar tiempo con ellos o ellas ( link ) , educar, ser respetuosos, enseñar con el ejemplo, ser también firmes… En fin, demasiadas cosas (estresa solo con leerlas) para 24 horas. PARA, RESPIRA… Porque estar bajo estrés puede interferir en todos los ámbitos de nuestra vida: en la salud, en la forma de relacionarnos con nuestros hijos/as o pareja, incluso en la paciencia… Sin olvidar que el estrés se lo podemos contagiar a los y las peques. También puede ser que el niño o la niña esté estresado/a por la carga de actividades que tienen. Entonces, me dirás, “¿y qué hago?” Pues para poder liberarte de ese estrés y enseñar a tu hijo o hija a liberarse de él, puedes probar a practicar diferentes técnicas de relajación. Que además te permitirá pasar un buen rato con ellos. No te adelantes y pienses que eso de meditar tipo “ohmmm” a ti no te vale porque no te concentras, incluso te ponen más nervioso/a. Lee hasta el final lo que te prepongo, seguro que algo te cuadra ;) PACIENCIA… “OOOHMMM” ¿QUÉ SON LAS TÉNICAS DE RELAJACIÓN? Una técnica de relajación es cualquier acción, procedimiento, actividad o método que nos ayude a alcanzar un mayor nivel de calma reduciendo los niveles de tensión física y/o mental. Básicamente, acciones que nos permiten mantener la calma y, con ello, mejorar nuestro bienestar general. ¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS? Ayuda a mejorar el ambiente familiar, promueve una mejor comunicación y fortalece los lazos afectivos. Mejora la calidad de su aprendizaje fomentando la concentración y mejorando su atención. Aumenta la calidad del sueño al disminuir la tensión muscular y mental. Desarrolla su inteligencia emocional ( post sobre educación emocional ) aprendiendo a manejar su estrés y fomentando el autoconocimiento. Pueden mejorar aspectos como la tartamudez, timidez excesiva, frenar tics… al aprender a manejar sus emociones. Promociona hábitos de vida saludable para su futuro. Bajar el nivel de ansiedad porque nos ayuda a centramos en “el aquí y ahora”. ALGUNAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN Para los más peques… MASAJE : hazlo con una música suave, un ambiente tranquilo y con una temperatura agradable. Elaborad un BOTE DE LA CALMA : es una de las técnicas educativas más conocidas del método Montessori. Básicamente se trata de un bote con agua, purpurina y colorante. Os dejo un enlace con el paso a paso CLICK Para niños y niñas un poco más mayores. TÉCNICA DEL GLOBO : Consiste en que el niño o niña imagen que es un globo, para ello tendrá que inhalar y exhalar aire como un globo, lentamente. Es otra forma de tensar y destensar los músculos para lograr una sensación de relajación. HORMIGA : le decimos que tiene que hacer muy muy pequeñito como una hormiga, e intentar andar como las hormigas. Después, para que relaje los músculos, le pedimos que se convierta en otro animal poco a poco. TÉCNICA DE LA TORTUGA : le decimos que se imagine que es una tortuga y que se está haciendo de noche. Como tiene que dormir, debe meterse en su caparazón y para ello se encoge. Después de unos segundo, le decimos que se está haciendo de día y debe relajarse. COLOREAD MANDALAS : son dibujos en formas circulares. Os dejo un link donde poder encontrar para imprimir CLICK MUÑECO DE TRAPO : primero le decimos que se mueva como un robot y, después de unos minutos, que se convierta en un muñeco de trapo. RESPIRAR VOCALES : Sentados o tumbados en círculo, coger todo el aire posible por la nariz y expulsarlo por la boca diciendo la vocal A hasta quedarse sin aire, lo mismo con la E, con la I, con la O y con la U. YOGA INFANTIL : Os dejo un link CLICK . En youtube puedes encontrar muchos recursos. ¿Me cuentas si lo aplicas? Feliz semana. Hasta el lunes que viene.
Por Teresa Garlop 7 de diciembre de 2020
¡Hola! ☁️ La semana pasada te hable sobre el TIEMPO DE CALIDAD y quería seguir en la misma línea pero concretando los beneficios que tiene JUGAR CON TU HIJO/A. Nada absolutamente, ni ningún consejo, ni recomendación, es más efectivo que dedicar un tiempo diario a tus hijos/as. Esto es algo que todos entendemos y sabemos pero siempre surge alguna excusa como: “no me da tiempo”, “él/ella se entretiene solo”, “solo le interesan los videojuegos”… Pero la verdad es que si le preguntas a cualquier niño o niña, responderá que le entusiasma mucho más jugar con su madre y/o padre. Dedica un minuto a recordar algunos momentos felices de tu infancia. ¿Qué viene a tu memoria? Quizá sean actividades en familia, un rato de juego con tu abuela o tu madre, juegos de mesa… Y es que disfrutar de juegos en familia es uno de los recuerdos más bonitos de la infancia que le puedes proporcionar a tu hijo/a. Además de aportarle múltiples beneficios que veremos más tarde. Antes comentaba algunas de las excusas que nos ponemos para explicar porqué no jugamos con los peques de la casa. A veces decimos: “no me da tiempo”. Para luchar contra eso podemos establecer rutinas ( click aquí para ir a esa entrada ) y siempre tendremos un huequito para ello. Otras veces, simplemente es que se sabe bien cómo hacer. ¿CÓMO JUGAR CON TUS HIJOS O HIJAS? Siéntete participante dejándote llevar, sin prisas ni interrupciones (móvil, tv… ¡FUERA!). Entra en su mundo, deja que dirija y elija él o ella el juego. Ponte a su altura, tirándote en el suelo o metiéndote en el papel de Spiderman, por ejemplo. Ayúdale a ejercer su libertad y creatividad, sin objetivo educativo, ni juicios ni críticas, ni correcciones. Pero, sobre todo, disfruta del momento. Observa como va evolucionando su juego, como aprende… ¿QUÉ BENEFICIOS TIENE JUGAR CON LOS HIJOS/AS? Fortalece los lazos afectivos familiares . Nos da la oportunidad de mejorar la comunicación, de mostrar nuestro “yo” más amable, de conocernos mejor en definitiva. Cuanto más tiempo dediquemos a jugar y estar juntos, más íntima y fuerte será la relación. Aporta seguridad a tu hijo o hija . Creamos recuerdos positivos compartidos, lo que nos permite reforzar la relación y el vínculo afectivo ( lee mi entrada sobre apego ). Además disminuye el estrés y la ansiedad. Promueve habilidades sociales. Ya que la familia es el primer contexto de socialización. Les permitimos explorar una perspectiva distinta a la que pueden tener con otros niños o niñas de su edad. Además, te permitirá observar cómo se desenvuelve a nivel social y ayudarle a desarrollar habilidades que le ayuden a relacionarse. Desarrollo del autocontrol y manejo de las emociones . Por ejemplo, mediante el juego de roles es necesario adecuar conscientemente el comportamiento y les puede ayudar a que aprendan a asumir una actitud si en el futuro se da una situación parecida.. Además, es un buen momento para fomentar la inteligencia emocional ( click para ver la entrada sobre educación emocional ). Desarrolla la creatividad . Se crea un espacio para la imaginación y creatividad. Educamos en valores . Jugando podemos modelar y enseñar a nuestros hijos valores tales como la empatía, la honestidad, la tolerancia, la sensibilidad al otro, la flexibilidad, etc. Incrementa la capacidad de atención . Le enseñamos a centrarse en el “aquí y hora”. Disfrutar de sus risas, alegría y felicidad . ¿Se te ocurre algún plan mejor? ¡Hasta la semana que viene!
Por Teresa Garlop 30 de noviembre de 2020
¡Hola! ☁️ Desde hace ya tiempo que los padres y madres escuchan hablar del TIEMPO DE CALIDAD . No es más que un concepto que ha surgido por el tipo de vida que impera en nuestra sociedad. Este concepto va dirigido a los que tienen poco tiempo para estar con su hijo/a y lo que viene a decir es que no importa la cantidad, sino la calidad del tiempo. Viene a decir: “tranquilos, con 30 minutos os seguirán queriendo igual”. Pero... ¿QUÉ ES O CÓMO ES ESE TIEMPO DE CALIDAD? Se refiere a la unión de interés y atención . Pero atención con todos los sentidos, no a mirar por el rabillo del ojo el móvil cuando el niño o la niña no nos está mirando. La realidad es que casi cualquier interacción puede convertirse en un tiempo de calidad si se cumplen unas condiciones: Que no haya interrupciones ni prisas. Sin objetivo educativo, ni juicios ni críticas, ni correcciones. Con contacto visual. Que sea un juego no dirigido y elegido por el niño o la niña. No hace falta que la alarma del reloj nos avise o que haya un espacio especial para tal tiempo. Ya que, como acabamos de ver, cualquier momento puede ser un “tiempo de calidad”. El problema es que la CONCILIACIÓN LABORAL o, más bien, la falta de ella , ha convertido en un gran problema para la crianza de los hijos y muchos padres y madres tienen que conformarse con este “tiempo de calidad”. Este es el modelo de vida actual, los padres y/o madres, trabajando para ganar dinero, les queda poco tiempo libre y por lo tanto viven a toda prisa. Al final, se tiene la sensación de los hijos y las hijas son una tarea más a “encajar” en nuestra apretada agenda. ¿TIEMPO DE CALIDAD O CANTIDAD DE TIEMPO? TIEMPO y cuanto más mejor. Aunque cantidad y calidad deben ir de la mano porque si trabajas en casa y pasas la mayor parte del día con tu hijo o hija pero mirando el móvil u otras tareas, estamos en la mismas. Solo estarías compartiendo espacio, pero no tiempo. El roce hace el cariño. Pero también hay que tener en cuenta que no es necesario estar exprimiendo al máximo cada segundo que pasamos con ellos o ellas y estar todo el rato haciendo cosas. Los niños y las niñas necesitan su tiempo para jugar a su aire, para aburrirse… Pero sabiendo que estás disponible para él o ella. Aprovechar todos los momentos con tu hijo o hija. A veces, sentarte junto a él o ella en silencio pero estar a su lado puede ser uno de los mejores momentos de la semana para tu hijo o hija. Piensa que el tiempo que no pasas con él o ella cuando es pequeño es irrecuperable. Por lo que habrá que hacer malabares para equilibrar cantidad con calidad, además de darle su espacio. Feliz semana.
Por Teresa Garlop 23 de noviembre de 2020
¡Hola! ☁️ Se acerca la Navidad , está fecha tan querida y esperada por la mayoría (sobre todo si hay peques en casa). Aunque este año, probablemente, sea el más extraño de nuestras vidas, la ilusión por estas fechas está viva. Y se nota. Se nota que tenemos ganas de una “antigua normalidad”, de tocarnos, vernos, disfrutar... en fin, de estar junto a los que más queremos viendo como los niños y las niñas de la casa abren sus regalos. Hay varios hechos que marcan la llegada inminente de esta fiesta: los anuncios de juguetes y colonias con acentos extraños, las luces de las calles (y El Corte Inglés) y el frío cada vez más intenso. Y también, que no se me olvide, el Black Friday, que nos invita a empezar a comprar ya los regalos de Navidad. Un mes antes, está bien, para que nos de tiempo a planificar y pensar bien las compras, la inversión…. Pero a ver, no nos engañemos, empezamos a comprar ahora y no paramos hasta el 23 de diciembre, ¿no?. Al final te encuentras con una cantidad de regalos para todo el mundo desmesurada, sobre todo para los niños y/o niñas y por parte de todo los familiares. Que si un detallito para el Olentzero o Papa Noel (depende de donde te encuentres), otros para Reyes… Al final, a los niños y niñas no les da tiempo a disfrutar de esos primeros regalos porque enseguida llegan los del 6 de enero. El exceso de regalos acaba por sobreestimularlos, reduce su tolerancia a la frustración (porque creen que obtienen todo lo que piden) y puede que acaben estando continuamente insatisfechos. La mayoría de los niños reciben 5 o más regalos durante las Navidades, muchos más de los que necesitan o a los que realmente les van a prestar atención. ¿Qué consecuencia puede tener esto para los niños y niñas? EL SÍNDROME DEL NIÑO HIPERREGALADO. Bajo nivel de tolerancia a la frustración . Si le das todo lo que pide sin explicarle el sacrificio y esfuerzo que se hace para conseguirlos no desarrollará su capacidad para lidiar con los reveses y la frustración, algo esencial en la vida. Sobreestimulación . Acaba recibiendo tantos juguetes que es incapaz de prestar atención y dedicar tiempo a jugar con cada uno de ellos. Como mucho, acaba centrándose en uno y el resto acaban olvidados y desaprovechados. Incluso, alguna vez alguno se ha centrado en la caja de los juguetes más que en el propio juguete… ¿o no? Limita la fantasía . Muchos juguetes están orientados al desarrollo de sus habilidades motoras y cognitivas, sin embargo, demasiados juguetes provocan aburrimiento y acaban con la fantasía. También es posible jugar sin juguetes, cuando no hay un guion es cuando más pueden desarrollar su creatividad (sobre todo si que quedan jugando con la caja que decía antes). Pérdida de ilusión . Con tanto juguete acaban no valoran lo que tienen y pierden la ilusión por el regalo y por descubrir su contenido. Pasan a pedir un juguete por la satisfacción de tenerlo. BENEFICIOS DE TENER POCOS JUGUETES. Según varios estudios, la CALIDAD DEL JUEGO es mejor con 4 juguetes que con muchos, pero… ¿por qué? Porque con menos juguetes tu hijo o hija: Se mantiene entretenido durante más tiempo. Crean más posibilidades con esos juguetes haciendo que el juego sea más rico e imaginativo. Dedican más tiempo y ATENCIÓN a ese juego, permitiéndoles mejorar su capacidad de concentración. ALTERNATIVAS A LA AVALANCHA DE JUGUETES NAVIDEÑOS Si no te gusta que tu hijo y/o hija reciba una avalancha de juguetes por Navidad (o cumpleaños) y prefieres algo más útil y modesto te propongo un par de opciones: PLANIFICAR LA NAVIDAD: Se pu ede empezar por decirle al peque de la casa que debe donar los juguetes que ya no usa para dejar paso a los nuevos que llegarán en Navidad (evitando así tener la casa llena de cosas a la vez que le enseñamos a desprendernos de lo que no usamos o necesitamos y el valor de la solidaridad). Hacer una lista de cosas que desea o necesita y dar pautas a los familiares, así de antemano sabrás qué va a recibir y no te verás el día 7 de enero “enterrado/a” en juguetes. REGLA DE LOS CUATRO REGALOS : Algo para usar (zapatos, ropa, complementos…): Puede convertirse en un regalo que les ilusiones si es algo que desea y no se ha podido comprar antes por cualquier motivo. Unas sudadera difícil de conseguir de su personaje preferido, unas zapatillas de moda de su marca favorita… Algo para leer (un libro o un cuento que pueda gustarles…): Tanto si les gusta leer como para motivarles con la lectura. Adaptado a sus gustos, intereses… puede ser sobre su futbolista favorito, que tenga mas dibujos que letras... Nadie le conoce mejor que tu. Algo que deseen (juguete que han pedido en todas sus cartas): Hacerle que elija uno, el que más desea, le ayudará a ser más selectivos y a valorar más. Algo que necesiten (como una mochila nueva para el colegio, un instrumento nuevo, material para actividades extraescolares…): Incluir esto en la carta, es una buena manera de enseñarles a valorar esas pequeñas cosas. Las opciones que te comento, obviamente, no son la panacea, pero pueden servirte como idea o inspiración para tener unas Navidades que te permitan a la vez educar en valores a tu hijo/a. ¡Feliz semana!
Por Teresa Garlop 9 de noviembre de 2020
¡Hola! ☁️ Esta semana quiero hablar de los LÍMITES . Hace unas semanas, hice una entrada sobre los tipos de APEGO donde ya hablé algo sobre los límites y sobre las consecuencias de la forma en la que los ponemos o de su ausencia. ¿QUÉ SON LOS LÍMITES? Para hablar sobre los límites me gusta hacer una comparación con la repostería, más concretamente con hacer un bizcocho. Los límites son el molde donde ponemos la mezcla a hornear. Si hacemos mucha cantidad de mezcla y usamos un molde pequeño, el bizcocho crecerá y se saldrá. Se manchará el horno, abriremos, intentaremos solucionarlo mientras el bizcocho sigue saliéndose, nos quemaremos… en definitiva, tendremos la sensación de pérdida de control. En cambio, si usamos un molde muy grande para la cantidad de masa, lo más probable es que nos quede un bizcocho muy seco y finito, o incluso puede llegar a quemarse. Es decir, lo primero a tener en cuenta para poner límites son las características de la etapa de desarrollo en la que está tu hijo o hija y hasta dónde puede llegar según características personales. Si le exiges demasiado para su edad o características se frustrará y, lo más probable, es que tú también. En cambio, si no exiges nada porque “es muy pequeño/a todavía”, lo estás sobreprotegiendo y será mucho más difícil poner límites después. Así que, tanto para hacer un bizcocho como para poner límites, debemos hacerlo en la justa medida. Aunque parezca difícil es cuestión de EMPATÍA , PACIENCIA y OBSERVACIÓN . Otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de poner límites es entender su importancia. Son necesarios para educar y guiar a los niños y las niñas sobre lo que está bien y lo que está mal; además de que les ayudan a entender cómo deben comportarse de forma sana con otras personas. Son fundamentales para su bienestar emocional y el de la familia. Se sienten seguros sabiendo por dónde y cómo pueden “moverse”. ¿CÓMO PONER LÍMITES? Establecer un orden en las rutinas para que el entorno sea predecible (puedes ver la entrada sobre rutinas haciendo clic). Anticipar situaciones. Explícale lo que va a ocurrir, a dónde vais, qué comportamiento esperas de él o ella. Expresar las normas en positivo. Dejar el “NO” para ocasiones especiales. Por ejemplo, decirles “A ver cuántos juguetes podemos recoger cuando la aguja del reloj llegue aquí” ; en vez de, “no seas desordenado y no dejes todo tirado”.
Por Teresa Garlop 2 de noviembre de 2020
¡Hola! ☁️ Bienvenida/o de nuevo a mi BLOG. Hoy voy a hablar sobre la inteligencia, ese concepto abstracto. Y más concreto sobre un concepto cada vez más extendido: LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES. La INTELIGENCIA es una capacidad mental que nos permite comprender el entorno, entender el significado de las cosas o decidir qué hacer en diferentes situaciones. E implica habilidad para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente o de la experiencia. Así definida, la inteligencia sería algo único, medible y cifrado en el COCIENTE INTELECTUAL (CI),que no es otra cosa que el cociente entre la edad mental y la edad cronológica y se obtiene a través de los test de inteligencia. Pero el CI mide únicamente la inteligencia lógica; aunque algunos test más complejos también tienen en cuenta la capacidad verbal, la capacidad manipulativa y la velocidad de procesamiento. ¿Y qué pasa con los que no sobresalen en el ámbito lógico-matemático? ¿No son inteligentes? Durante mucho tiempo se ha tenido esta idea. Se ha considerado el o la “listo” de la clase al que sobresalía en matemáticas. Pero a nuestro alrededor observamos una gran diversidad de talentos en diferentes ámbitos. Y seguramente conozcas a alguien (o te ha pasado a ti) que tiene una especial capacidad para desarrollar alguna área o varias a la vez (música, pintura, deporte…) y que, con el sistema escolar tradicional y uniforme, ha fracasado o se ha sentido poco inteligente, incluso que ha llegado a dejar su habilidad por no haberse detectado a tiempo su valía y desarrollado su talento; y ha terminado dedicándose a algo que no le apasiona, ni sobresale, ni le llena. Bueno, pues todo esto llevó a Howard Gardner (profesor de la Escuela Superior de Educación de Harvard) y su equipo a replantearse el concepto de inteligencia, priorizando el papel creativo de la misma y cuestionándolo como algo inamovible (que la tiene o no la tienes y es para toda la vida). TEORÍA DE LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES Para Gardner, la inteligencia es como una malla de habilidades que se relacionan entre sí, en las que cada uno tenemos un nivel de dominio diferente y nos hace ser mas o menos inteligentes o habilidosos en diferentes áreas. Es decir, las diversas inteligencias o habilidades las combinamos y utilizamos en diferente grado, de manera personal y única; lo que define nuestro propio perfil intelectual. Por ello unos somos más competentes en algunas disciplinas y menos en otras. Llegados a este punto me gustaría destacar una frase de este autor: “Deberíamos pasar menos tiempo clasificando a los niños y más tiempo ayudándolos a identificar sus competencias y dones naturales y cultivarlos. Hay cientos y cientos de formas de tener éxito y muchas, muchas habilidades diferentes que te ayudarán a llegar allí”. Muchas veces cometemos el grave error de comparar a los niños entre sí (sobre todo en lo académico), pasando por alto que cada niño o niña tiene unas características determinadas. En lugar de ello, podríamos poner el foco de atención en el perfil intelectual de cada niño o niña, en explotar sus puntos fuertes, puesto que es la escuela la que tiene que adaptarse a los alumnos, y no al revés. Pero esta es otra línea de debate que podremos abrir en otro momento. ¿Cuáles son esas inteligencias?
Por Teresa Garlop 26 de octubre de 2020
¡Hola! ☁️ ¡Un lunes más por aquí! Y hoy me gustaría empezar con una frase: “Las rutinas diarias son para los niños lo que las paredes son para una casa, les da fronteras y dimensión a la vida” R. Dreikurs (educador y psiquiatra norteamericano). ¿Cuántos días has acabado diciendo que le faltan horas al día para hacer todo o te has sorprendido corriendo de un sitio a otro con tu hijo/a o hijos? Al final, acaba el día y tenemos la sensación de no haber “solucionado” nada, no hemos tenido ni un ratito de disfrutar o relajarnos… Sientes angustia por la falta de tiempo, el tiempo para ti mismo/a se reduce, también el de la vida en pareja, etc. Resultado: nadie está contento . En cambio, en una rutina tiene mayor cabida la diversión porque se consigue disminuir la angustia por falta de tiempo y cada actividad tiene su tiempo. Resultado: todo dejará de parecer tan precipitado y caótico y vuelves a tener tiempo para respirar. Establecer una RUTINA en el funcionamiento familiar es dotar a la vida diaria de una estructura clara y te permite organizar las cosas de forma que todo el mundo disponga de un tiempo de calidad propio (si, tu también ;) ). Los niños y las niña perciben las prisas, la angustia… tu estado de ánimo, en definitiva. Y si todo el tiempo que compartís es con ese estado de ánimo y a la carrera, no ayuda a pasar o compartir tiempo juntos de calidad. También te ayudará a satisfacer las necesidades físicas del niño en el momento adecuado; la comida cuando tenga hambre y la cama cuando esté cansado. Además hay que tener en cuenta aspectos como que una separación excesiva entre comidas pueden hacer estragos en los niveles de azúcar de tu hijo/a y provocarle cambios bruscos de humor y un cansancio innecesario. Si todos los días suceden las mismas cosas, el niño sabe qué esperar. Sin una rutina clara cuando puede pasar cualquier cosa es cualquier momento, el niño o la niña empieza a sentirse inseguro e irritable. No es de extrañar porque se encuentra en estado de alerta permanente por ver qué viene después. Posiblemente reciba cada cambio de actividad con una oposición terca o una rabieta porque no esté mentalmente preparado para ello. Por otra parte, una rutina te permite ayudarlo a sobrellevar cada fase, advirtiéndole de lo que viene después, para que no le pille por sorpresa ni tenga la sensación de que las cosas se hacen apresuradamente. Pero, ¿cuándo puedo empezar a instaurar una rutina u horario en casa? Puede hacerse prácticamente desde su nacimiento. Establecer desde temprana edad horarios de alimentación, descanso y aseo en la vida familiar ayudará a que en un futuro puedan habituarse a nuevas rutinas según se incrementen sus actividades diarias y facilitará, en buena medida, su adaptación cuando comiencen el colegio. CONFECCIÓN DE UN HORARIO Puedes hacerlo en papel o cartulina y colocarlo en un sitio visible, como la nevera. O simplemente tenerlo mentalmente. Las horas de las comidas y las horas de sueño son las más importantes a partir de las cuales se puede crear el resto del día. No seas demasiado rígida/o y deja un margen de media hora. También se puede dejar un margen más amplio el fin de semana pero al día siguiente hay que armarse de paciencia. Sé realista. Si normalmente tarda mucho en vestirse, déjale tiempo suficiente para ello sino seguirá convirtiéndose ese momento en un campo de batalla. Dedica tiempo de atención individualizada diario y a turnos (si vives en pareja) con tus hijos (si tienes más de uno). Reserva tiempo para ti y para la vida en pareja . Ya sea por turnos (una tarde para cada uno, por ejemplo) o cuando se van a dormir los pequeños (para estar juntos). Explícaselo a tu hijos todos los días y a todas horas . La rutina solo funcionará si se respalda verbalmente, de este modo podrán prepararse para el cambio de actividad y se sentirá implicado en el desarrollo del día a día: “dentro de 5 minutos nos vamos al parque, ponte los zapatos”. Este último punto es muy importante porque los niños y las niñas no saben la hora ni calcular el tiempo. Si les avisa con tiempo suficiente para que se preparen para el cambio de actividad, con menor probabilidad reaccionarán con una fuerte oposición o rabieta. Cuidar el tono porque los y las peques son muy sensibles al tono en el que se les habla. No es lo mismo que le digas: "en 5 minutos recogemos los juguetes para cenar" con ilusión y alegría, que con prisas y angustia.
Por Teresa Garlop 19 de octubre de 2020
¡Hola! ☁️ Feliz lunes y bienvenido/a una semana más a mi BLOG. Hoy quiero hablarte de un tema que NO nos gusta pero inevitablemente está presente en nuestras vidas, algo natural que, yo diría, forma parte de la propia vida y, a veces, nos cuesta aceptar: LA MUERTE . Más concretamente de lo que quiero hablarte es sobre el DUELO INFANTIL POR PÉRDIDA DE UN SER QUIERIDO . ¿Empezamos? Pero, como siempre, por lo conceptos claves para tratar el tema. ¿QUÉ ES EL DUELO? Según la RAE, en su segunda acepción, el duelo (del latín tardío dolus 'dolor') es: “Dolor, lástima, aflicción o sentimiento. Demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien. Reunión de parientes, amigos o invitados que asisten a la casa mortuoria, a la conducción del cadáver al cementerio, o a los funerales.” En psicología, el concepto abarca un espectro más amplio y lo define como un PROCESO psicológico normal y necesario de adaptación tras la pérdida de un objeto significativo que formaba parte de nuestra vida. La pérdida puede ser de: Objeto externo : como la muerte de una persona, la separación geográfica, ruptura sentimental, el abandono de un lugar… Objeto interno : pérdida de la propia imagen social o estatus, fracaso personal… Pero yo me voy a centrar, como dije antes, en la pérdida de un ser querido. Dicho duelo se puede activar inmediatamente después de la muerte, un tiempo después o incluso antes (conocido como “duelo anticipado” y suele darse en los casos donde el fallecido ha pasado por una larga enfermedad). Según E. Kübler-Ross el proceso de duelo pasa por cinco fases por las que fluctuamos durante un instante o meses (depende de cada persona); pasamos de una a otra y podemos retornar luego a la primera. Negación : es un estado de insensibilidad emocional en el que nos sentimos paralizados y no podemos comprender esta realidad ni elaborar los sentimientos asociados a la experiencia tan difícil. Esta fase nos ayuda a dosificar el dolor. Ira : aunque no aparece siempre, cuando lo hace suele ser después de la negación, porque surge la pregunta de “¿por qué él/ella?”. Se puede sentir contra el ser querido (por no haberse cuidado mejor, por ejemplo) o contra nosotros mismos (por no haberlo previsto o por no haberte despedido). Negociación o pacto : en esta fase empezamos a aceptar la realidad que no puede cambiar y fantaseamos con la opción de que la persona no hubiera fallecido (“¿que habría pasado si…?”) y nos sirve de consuelo y de respiro. Depresión : tenemos una sensación de vacío que nos parece que va a durar siempre, pero desaparecerá en cuanto cumpla su función, la de aceptar y seguir adelante. Aceptación : es el momento en el que aceptamos la situación y podemos seguir adelante, aunque echemos de menos a la persona fallecida. Sin embargo, las fases del duelo en niños y niñas suelen ser distintas. Algunas de ellas desaparecen o se confunden, manifestándose a la vez; ahora bien, cuanto más mayor es un niño, más se parece el duelo infantil al de los adultos. En el caso de los y las adolescentes, el duelo es muy parecido al adulto. El duelo implica una elaboración personal, un “poner de nuestra parte”; por ello, cada duelo es diferente y personal. Para dicha elaboración hay que realizar algunas tareas propuestas por Worden: Aceptar la realidad de la muerte, que la persona fallecida no va a volver. Trabajar las emociones asociadas. Aprender a vivir en un mundo en el que el fallecido no está, como asumir ciertas responsabilidades de las que se encargaba el fallecido. Recolocar emocionalmente al fallecido en nuestra vida, como generar un recuerdo agradable y no doloroso, y seguir viviendo. DIFERENCIAS ENTRE EL DUELO INFANTIL Y EL ADULTO. La vida del niño o de la niña no se ve completamente cambiada ni suele implicar una ruptura con la realidad. Normalmente mantienen sus actividades y rutinas. Además, mantenerlas les facilitará el duelo; en cambio, en los adultos, mantenerlos puede traducirse en una negación de la pérdida. Suelen elaborar el duelo de forma más rápida, en parte porque viven más centrados en el presente. También la expresión emocional es distinta, los menores tienden a expresar más con la conducta y el cuerpo, mientras que los adultos lo hacen mediante la palabra. Una manera de ayudarles con la expresión emocional sería a través del dibujo, los cuentos… El duelo del niño o niña también va a depender de su concepto de muerte, que a su vez depende de la información que le hayas dado al respecto y a la edad. Van a necesitar resolver dudas e inquietudes. El apoyo familiar y social, en especial el de las figuras de apego, es esencial para que les guíe y le proporcione lo que necesite. En cambio, el adulto puede resolverlo sin una guía. LA IMPORTANCIA DE HABLAR DE LA MUERTE Hay dos motivos principales por los que los adultos no hablan a los niños sobre la muerte. Uno es el temor que sentimos y el dolor que nos causa, por lo que intentamos “proteger” al niño o a la niña de ese dolor. Y otro es que se considera que los niños
pequeños no comprenden la muerte ni se sienten afectados por ella pero no por ella, pero no es así, los niños son conscientes de la muerte y pueden sentir una gran aflicción por la pérdida de una ser querido. En nuestra sociedad es habitual apartar a los niños y las niñas de la muerte y sus rituales asociados; a veces hasta se les oculta información o se enmascara proporcionándoles información deformada y equivocada. La información errónea nos lleva a que el niño o la niña sienta una confusión que, unida al dolor por la pérdida, puede generar complicaciones que deriven en un duelo patológico que necesite intervención. Por su lado, ocultar la información, le evitamos que pueda desarrollar las habilidades necesarias para afrontar situaciones dolorosas en el futuro y serán más propensos a la frustración. Algunos ejemplos de información errónea pueden ser: “el abuelo se ha ido de viaje”, “ es como si estuviese dormido” o “se ha ido al cielo”. Aunque esta última puede ser acertada en familias creyentes, sin explicaciones más concretas puede hacer creer al niño que es un lugar de donde se puede volver. Con la metáfora del sueño, puede generar la idea que irse a dormir es malo o peligroso. Por otro lado, ocultarles una muerte, conlleva que el niño o niña genere una explicación de porqué no ha vuelto a ver al ser querido fallecido. Son niños y pueden crear respuestas como que han hecho algo malo y no les quieren ver, que la gente desaparece sin motivos… Y como consecuencia pueden temer otras pérdidas que pueden llevarles a sentir miedo por la separación de la figura de apego, dormir solo… Debemos tener en cuenta que el nivel cognitivo y la experiencia de un niño son menores por lo que es más fácil que haga inferencias erróneas si no se le ofrece información clara y precisa o si no se le deja hacer preguntas. Por todo ello, y teniendo en cuenta el nivel cognitivo, es imprescindible proporcionar a los pequeños una información veraz y adaptada, así como permitir que nos pregunte aclarando sus dudas, errores y temores. DUELO INFANTIL POR EDADES (según Patricia Díaz Seoane)
Por Teresa Garlop 12 de octubre de 2020
¡Hola! ☁️ Bienvenido/a un lunes más a mi blog. Para esta semana os traigo un tema muy presente en la actualidad: EL MIEDO . Estamos viviendo una época de incertidumbre y, como adultos, sentimos esa inseguridad y medio por no saber qué va a pasar. Unas personas toleran mejor que otras esa incertidumbre, otros sentirán una mayor ansiedad… todo dependerá de las herramientas que se hayan adquirido a lo largo del desarrollo. Como te conté la semana pasada, las emociones son reacciones fisiológicas a estímulos internos o externos. Por lo tanto, el MIEDO , al ser una emoción, lo podemos considerar una reacción emocional normal, básica y constante en el desarrollo y funcionamiento humano, conteniendo un importante valor funcional y adaptativo; forma parte del desarrollo normal del niño o de la niña. En definitiva, los miedos en la infancia son un fenómeno normal que forman parte del proceso de desarrollo infantil sano y, además son necesarios ya que cumplen una importantísima función protectora (permiten al niño/a protegerse de las posibles amenazas, favorecen el alejamiento de peligros potenciales...) y socializadora (dotan de habilidades de afrontamiento). Estos miedos que forman parte del desarrollo son conocidos como MIEDOS EVOLUTIVOS. Estos miedos se caracterizan por ser transitorio s y estar ligados a determinadas etapas evolutivas, es decir, que resulta habitual encontrar ciertos miedos en ciertas edades; y a medida que el pequeño va madurando irán desapareciendo de forma gradual, aunque algunos pueden mantenerse durante varias etapas de crecimiento. Teniendo en cuenta que cada niño o niña es diferente, estos son los miedos evolutivos más habituales que puede experimentar tu hijo y/o hija en función de su edad:
Por Teresa Garlop 5 de octubre de 2020
Las emociones son un aspecto importante en la educación de los hijos y las hijas y está demostrado que los niños con una mayor inteligencia emocional consiguen un mayor bienestar en la edad adulta.
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